
El domingo 29 de mayo de 2022 se realizó la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. Desde el Círculo Tradicionalista Gaspar de Rodas hemos decidido publicar nuestro balance al respecto:
De los 39 millones de ciudadanos habilitados para votar acudieron a las urnas poco más de 21 millones, es decir un 54,91%, evidencia de una abstención bastante alta (un 45,09%). Y si bien el índice de abstención ha bajado (46,6% en 2018; 59,7% en 2014; y 50,7% en 2019), se mantiene la tendencia de indiferencia o recelo frente al sufragio y la democracia.
Los resultados fueron los siguientes:
Pasan a segunda vuelta:
Gustavo Petro: 8.527.768 votos, un 40,32% del total. El candidato progresista aumentó su popularidad frente a las elecciones pasadas, pero sin el porcentaje necesario para ganar en primera vuelta.
Fue el más votado en Bogotá y en el occidente del país, así como en la costa y los departamentos de la Amazonía. Es el candidato de las minorías y supo ganarse el apoyo de la periferia colombiana, así como aliarse con las redes clientelistas de la Costa.
A diferencia de los conservadores, negamos que sea un comunista. Petro es el candidato del globalismo y sus posturas son notoriamente liberales.
Su fórmula vicepresidencial es la activista Francia Márquez, mucho más revolucionaria y peligrosa que él. Es importante mencionar que, a raíz de que la guerrilla ELN habló positivamente sobre ella en su sitio web oficial, se sospecha que tenga vínculos con esta guerrilla, algo que ya se venía especulando hace tiempo pero con menor fuerza.
Rodolfo Hernández: 5.953.209 votos, un 28,15% del total. El candidato outsider, cuya campaña apenas tuvo inversión y se realizó poco antes de las elecciones. El exalcalde de Bucaramanga cuenta con gran apoyo popular en los Santanderes y el oriente del país, donde las redes clientelistas locales vieron la oportunidad de separarse del uribismo.
Fue el candidato más votado en el oriente del país, departamentos que guardan alguna relación con su Santander natal. Su triunfo es la victoria del clientelismo; se hizo popular por su actitud irreverente y grosera, lejano al esnobismo bogotano.
Lejos de ser una opción conservadora, Hernández representa el liberalismo clásico y es bastante similar a Donald Trump en su modo de ser. Se ha mostrado favorable a las políticas aberrosexualistas y al aborto.
Su fórmula vicepresidencial es la apenas conocida Marelen Castillo, escogida por sus nulos vínculos con la política y el activismo. Fue vicerrectora en la Universidad Minuto de Dios y decana de la Unicatólica de Cali, por lo que su trayectoria es puramente académica.
No pasan a segunda vuelta:
Federico Gutiérrez: 5.058.010 votos, un 23,91% del total. El candidato de la derecha, sus resultados contrastan con las encuestas que lo mostraban como la segunda fuerza. El exalcalde de Medellín no es realmente un candidato popular a nivel nacional: la fuerza de su campaña se debe a los partidos políticos alineados con la derecha.
Su apoyo parece haberse reducido a su natal Antioquia, donde los restos fieles del uribismo votaron por él. La diferencia de votos con Rodolfo Hernández fue pequeña, pero le costó su presencia en la segunda vuelta.
Su derrota muestra la pérdida de poder del uribismo, el cual se verá forzado a aliarse con nuevos rostros y redes de clientelismo. Muestra a su vez la pérdida de influencia de Antioquia a nivel nacional, la cual fue hasta no hace mucho modelo conservador y de progreso económico.
Su fórmula vicepresidencial es Rodrigo Lara Sánchez, hijo del asesinado Rodrigo Lara Bonilla. A diferencia de los demás candidatos vicepresidenciales, Lara pertenece a la élite política colombiana; incluso supera en conexiones a los candidatos presidenciales. Representa al Nuevo Liberalismo, partido resucitado y sucesor del movimiento en que militó su padre.
Sergio Fajardo: 888.585 votos, un 4,20% del total. El candidato de la Alianza Verde y exgobernador de Antioquia sigue cayendo en picado, siendo cada vez más impopular incluso dentro de los verdes. Aquel que en las pasadas elecciones fue una fuerza considerable, hoy obtuvo menos del millón de votos. El candidato de los verdes pierde influencia y quizá con él también pierda influencia el progresismo abiertamente capitalista.
No alcanzó la mayoría en ninguna región o departamento.
Su fórmula vicepresidencial fue Luis Gilberto Murillo, exgobernador de Chocó, cargo del que fue destituido por presuntas irregularidades en 1999 tras ser elegido en 1997. Fue secuestrado por el paramilitarismo en el 2000 y se exilió en Estados Unidos. En 2011 fue elegido nuevamente como gobernador del Chocó. Pese a su trayectoria, no logró darle a su fórmula presidencial el apoyo de su departamento.
Voto en blanco: 366.623 votos, un 1,73% del total. Una opción mucho menos popular que en 2018, donde existía una campaña considerable que lo promovía.
Existe la posibilidad de que aumente el porcentaje en segunda vuelta. Aún así, contará con mucho menos apoyo del que tuvo en la segunda vuelta de 2018.
John Milton Rodríguez: 274.250 votos, un 1,29% del total. El candidato de los protestantes por medio del partido Colombia Justa Libres. Se mostró apenas relevante, pero triplicó las cifras obtenidas por el candidato protestante de 2018.
Los protestantes siguen sin presentar una candidatura electoral relevante dado que el apoyo de los pastores se desvía con facilidad hacia el candidato de la derecha.
Su fórmula vicepresidencial fue Sandra de las Lajas Torres, activista social contra el racismo y contra el aborto. A diferencia de los demás candidatos, ella y Rodríguez se manifiestan abiertamente contra el infanticidio, lucha que puede terminar completamente en manos protestantes.
No obstante, es preocupante que existan partidos abiertamente protestantes en un país católico, lo que a su vez demuestra las consecuencias terribles que tiene la mentalidad laicista implantada en los más de los fieles católicos colombianos.
Votos nulos: 242.629 votos, un 1,23% del total. En el 2018 obtuvo un 1,54% del total; muchos son votos de protesta o en broma. A diferencia de las Elecciones a Consejos de Juventud de 2021, donde los votos nulos fueron masivos, en las elecciones vinculantes apenas es tomado en cuenta como opción.
Enrique Gómez: 50.539 votos, un 0,23% del total. El sobrino del difunto Álvaro Gómez Hurtado, víctima de un magnicidio. Apenas tuvo apoyo popular. Las elecciones legislativas evidencian ya el fracaso inminente de su campaña. Es junto a Rodrigo Lara, las dos personas pertenecientes a dinastías políticas.
Pese a ser sobrino de Álvaro Gómez, una fuerza considerable en la década de los noventa y nieto de Laureano Gómez, quien fue presidente de la República, no cuenta con un sector firme de votantes. Los Gómez pierden relevancia en la política y el Movimiento de Salvación Nacional —que en su momento fue una oposición al progresismo— es hoy un partido raquítico que parece haberse quedado hace treinta años al repetir el discurso del acuerdo sobre lo fundamental, el cual se refería estrictamente a crear una nueva constitución. Cosa que se logró y derivó en la actual Carta del 91 que, como hemos indicado, ha tenido consecuencias nefastas para el país.
El fracaso de su campaña puede deberse tanto a ser ninguneado por los medios como por su campaña estancada en el legado de su difunto tío. El apoyo que recibió de los grupos católicos fue tardío e insuficiente para alcanzar como mínimo un millón de votos.
Su fórmula vicepresidencial fue Carlos Cuartas Quinceno. Dice ser representante de la familia y la libre empresa. Fue también miembro del Concejo de Medellín.
Consideraciones:
- El progresismo es una fuerza creciente, pese al rechazo social que aún sigue generando Gustavo Petro. Aun si él deja de ser la figura que lo lidere, es definitivo que esta fuerza política se mantendrá relevante y en el futuro podrá llegar al poder.
- Los progresistas, ecologistas, feministas y grupos similares se agrupan en torno al Pacto Histórico.
- El uribismo muestra una vez más su decadencia e incapacidad para ganar elecciones nuevamente, tal y como se evidenció en las elecciones regionales del 2019 en las que fue derrotado en la capital y en la gobernación del departamento que tradicionalmente es bastión del uribismo, Antioquia.
- Rodolfo Hernández supo captar para sí varios departamentos que pudieron darle la victoria a Federico Gutiérrez. De este modo demostró lo débiles que son los partidos políticos en la actualidad.
- Sergio Fajardo y la Alianza Verde pueden desaparecer de la escena política en los próximos años. En el caso de los verdes, estos seguramente se diluirán entre apoyos al Pacto Histórico y luchas internas.
- El cargo de vicepresidente promete adquirir mayor relevancia en el futuro. De ser personajes apenas conocidos a personas con peso propio, caso de Francia Márquez, quien probablemente pueda reemplazar a Petro como líder de la izquierda en el futuro.
- El país se ha dividido en dos facciones asociadas el territorio: Rodolfo Hernández con el oriente y Gustavo Petro con Bogotá y el Caribe.
- Lo más probable es que la victoria se la lleve Rodolfo Hernández. Lo logrará si se lleva la totalidad de los votos de Federico Gutiérrez, algo que es casi imposible que no suceda. Petro, por otra parte, no parece tener muchos lugares de donde obtener votos suficientes para superar la totalidad de los votos que Rodolfo alcanzaría en este escenario, por lo que es bastante dudoso que pueda conseguirlo.