La grandeza del Carlismo

P. de Beira.

Muchas veces pensando en la asombrosa vitalidad de nuestra Comunión, en la serie no interrumpida de persecuciones y asechanzas que ha sufrido y sufre, al contemplar su hermosa silueta destacarse viva y radiante bajo un horizonte que solo cubre hecatombes y ruinas, verla siempre perenne, eternamente estable en unos mismos principios y en unas mismas tradiciones, he creído notar en ella algo así como de divino y celestial, algo que a semejanza de la Iglesia y de Dios la eterniza entre nosotros. Sí: algo grande, extraordinario y superior existe en esta portentosa Comunión, que coronada con la triple diadema de la fe, del heroísmo y de la constancia, ha sabido luchar, vencer y morir sosteniendo siempre vivo en su seno el fuego sagrado de estos tres amores: el amor a Dios, el amor a la Patria y el amor al Rey.

Carlos Esaín.


Tomado de El Tradicionalismo Español. Su ideario, su historia, sus hombres (1934).

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